Chric

Imágenes, textos. Cierro los ojos y todo es posible. Pero mejor abiertos, con ellos apreciando la realidad no te pueden confundir, y eso es lo que necesito. Todos miramos, observamos y vemos; y aquí nace la diferencia, ya que cada uno ve su propia imagen, aunque no todos la valoran. Quizás el cielo sea mañana ó el hoy que fue ayer. Una mujer puede ser un estético conjunto de suaves y bellas curvas ó pueden ser miles de historias. Estas son mis fotos, mis palabras... La realidad es como soy.

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Nombre: Chric
Ubicación: Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina

viernes, enero 20, 2006

Música de Verano


El verano amanecía y la tristeza agobiaba.
Vos desenredabas la vida, tus necesidades crecían y se proyectaban sobre una música que no era tuya.
No me importa con quien dormiste anoche, sé que la guerra del amor me encuentra desarmado otra vez y en el aire hay desazón. Podemos salir y seguir, te decías.
El miedo arreció y te corriste. La banquina fue una idea fugaz, seguías en el camino, pero ya no estabas en él.
El sol te esperaba y sus rayos sirvieron para lavarte. Ahora si, ya estás acá.
La fuerza te izó, creciste y confiaste.
Pero debías esperar y sumar.
El camino no es el mismo en las profundidades que en la superficie, y por ello elegiste uno. Claro.
Los remolinos no reconocen de sectores y aquellos caminos se fundieron.
El sol brilló y la suma se hizo multiplicación, las defensas cayeron y el múltiplo se elevó potencialmente. El canal quedó abierto y la tensión pudo fluir. Pero el resultado final tenía un dividendo pendiente y la resta era la liviana alternativa.
La lluvia se hizo fuerte y lloraste, pero la división ya no era más que un imposible para vos.
El verano volvía a amanecer y por el miedo volvías a esquivarte.
Irse a ningún lado es moverse, la anestesia sólo es un suplente, a veces, necesario.
La música sigue sonando, pero otra vez lo hace en otro lugar. Tus necesidades aún se proyectan en una nota que nunca será tuya.