Administradores de tensión

La vida ciudadana tiene un sabor extraño; la vida en sí sabe a... ¿a qué sabe?
Giramos y giramos, nos envolvemos en nuestro propio cuerpo y ocultamos la luz, la que brilla bien adentro y nunca se apaga. Atenuamos nuestros sentimientos y pasamos a ser parte del todo, nos desdibujamos y calzamos en el molde. Algunos actos fortuitamente buscados y temidos nos vuelven a abrir y el resplandor enceguece, espanta a los que nos miran... pero los atrae, nos atrae.¡Somos los diferentes!
Giramos y giramos, nos envolvemos en nuestro propio cuerpo y ocultamos la luz, la que brilla bien adentro y nunca se apaga. Atenuamos nuestros sentimientos y pasamos a ser parte del todo, nos desdibujamos y calzamos en el molde. Algunos actos fortuitamente buscados y temidos nos vuelven a abrir y el resplandor enceguece, espanta a los que nos miran... pero los atrae, nos atrae.¡Somos los diferentes!
2 Comments:
Silente de formas, puedo detenerme en el momento preciso del cambio, y disfrutar de aquello vendrá.
Largamente, mi cuerpo existe a medida que tu pluma lo escribe. Y ese espacio que el tacto le deja a la piel, sólo en el quieto sonar tu verde mirada parece descifrarse.
lo importante es que la luz esa que brilla bien adentro, nunca se apague. Por más que baje su intensidad, que nunca se apague. No se si tan desubicados nosotros... No serán desubicados quienes destierran la ilusión? esos mismos que confunden vivir con una buena vida y hacen de ese velo negro un uniforme para cada uno de sus días... Vale la pena siempre encender nuevas luces... No se si tan desubicados... Prosit!
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