Chric

Imágenes, textos. Cierro los ojos y todo es posible. Pero mejor abiertos, con ellos apreciando la realidad no te pueden confundir, y eso es lo que necesito. Todos miramos, observamos y vemos; y aquí nace la diferencia, ya que cada uno ve su propia imagen, aunque no todos la valoran. Quizás el cielo sea mañana ó el hoy que fue ayer. Una mujer puede ser un estético conjunto de suaves y bellas curvas ó pueden ser miles de historias. Estas son mis fotos, mis palabras... La realidad es como soy.

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Nombre: Chric
Ubicación: Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina

jueves, febrero 08, 2007

¿Soy yo o son todos?


Me rindo ante la experiencia y caigo en el sueño de lo imposible. Mi pesadillas no son destructivas, me incitan a ver que hay detrás del muro de los lamentos. Despierto en ese sueño y el brillo me encandila con su encanto, me lleva a aquel detrás. Entonces vuelvo a mirar y ante el campo abierto respiro y corro hacía la eternidad. Sé que el espacio es finito y la pesadilla comienza a ser sueño, el sueño quiere transformarse en utopía y la utopía se resiste a ser tal: el imposible no existe.

Las veredas no son sin sus calles, las sendas no son sin el bosque y el amor no es sin el desconocimiento. La magnitud del infinito genera la energía de la vida y el combustible del día es el aprendizaje de lo imposible, de las realidades que no son mentira y sin embargo engañan.


Vuelvo a volar hacía lo desconocido ya explorado y la elevación suprime el encanto del pasado, lo hace tierra, lo hace posible, lo hace finito. Se pierde el encanto de aprender y se olvidan las ganas de enseñar. Sin trato no hay comunicación y con notificación ya no hay sorpresas.

Me encierro en el hoy y desmenuzo el ayer, el mañana es revelación interrogativa. La razón pierde elevación y la realidad vuelve a su estado de lucidez infinita. Me revuelvo en la energía y subo cada vez más alto sólo para saber, una vez más, que el sueño ya fue soñado.

El mundo, tal como me dicen que es, no me alcanza. Lo que hay detrás está muy cerca, sin embargo se vuelve revolución. Siento que si estiro los dedos puedo alcanzarlo, que ninguna de las verdades en que crecí son ciertas, que la circularidad de la existencia me oprime y me ocultan la luz de la verdad. No puede quedarse todo en la repetición del ciclo, no puede ser sueño eterno la utopía. La revolución se oculta en la máscara del sistema y forma parte del él. La revolución no es tal, la verdad es una irrealidad y la mentira un formalismo. La fruta nació podrida, pero la excusa del gusano es perfecta.

¿Pudo fracasar eternamente el hombre en su sentir?
¿Pudo la humanidad ser una imagen que nunca fue y que todos creímos?
Cómo atreverse dudar de Prometeo, de Roma, de Catalina, del Che, de... Cómo creer que Eros no fue y que Cupido es un farsante.

¿Puedo creer que no me alcanza?
¿Soy yo o son todos?